martes, 21 de abril de 2015

Teatro anterior a 1939

Aquí tenéis dos propuestas para esta unidad.

Propuesta 1.

Propuesta 2.


Comentario de texto de Manuel Vicent: Espejos


Resumen. Según Manuel Vicent, hay espejos buenos y malos. Los primeros, nos quieren, como el familiar espejo del cuarto de baño, o algún otro encontrado al azar en las calles: éstos nos devuelven una imagen aceptable de nosotros mismos, y eso nos da confianza. Los espejos malos, los de los probadores, por ejemplo, al reflejar el deterioro físico que el paso del tiempo produce en nuestra figura, destrozan nuestra estima.

Tema. En este artículo el autor reflexiona sobre los estragos que el paso del tiempo produce en nosotros, estragos de los que somos conscientes, sobre todo por la imagen que los demás nos devuelven de nosotros mismos.

Tipo de texto. El texto pertenece al periodismo de opinión. Podría tratarse de una columna, género caracterizado desde el punto de vista formal por la asiduidad, la extensión moderada y uniforme, circunstancia que facilita su lectura, la ubicación fija en una determinada página del periódico y por llevar la firma de su autor (en este caso, de Manuel Vicent, colaborador habitual del diario El País). Por otra parte, son rasgos inherentes a la columna la libertad en la elección del tema, que puede ser más o menos actual, la libertad en el planteamiento del mismo, siempre desde un punto de vista muy personal, y la libertad expresiva.

Características lingüísticas y estilísticas. El texto adopta la forma de una exposición deductiva, pues en la primera oración el columnista presenta la idea principal (los sentimientos de amor, odio o indiferencia que transmiten los espejos) y, a continuación, la desarrolla analizando la imagen que de nosotros mismos ofrecen esos objetos:
1 El espejo amigo del cuarto de baño atenúa el inexorable paso del tiempo al devolvernos mejorada nuestra imagen gracias a la acción de los cosméticos.
2 Los espejos de los escaparates nos devuelven nuestra figura, unas veces amable y otras, desolada.
3 Y, por último, los espejos de los probadores son auténticos enemigos, pues al contemplarnos en ellos constatamos que hemos envejecido.

El texto presenta unos rasgos distintivos (subjetividad y libertad expresiva) que responden a las exigencias del periodismo de opinión en su modalidad de columna o artículo de colaboración. Esas peculiaridades se manifiestan en los diferentes niveles del código lingüístico:

La subjetividad se refleja en una serie de marcas lingüísticas entre las que destaca la presencia del yo, unas veces explícito en la forma correspondiente del verbo, de pronombre personal y del determinante posesivo (entro, me afeito, enfrentas, tú eres, miras de reojo, ves) e incluso en la tercera (uno se vuelve a crear a sí mismo, su silueta aún es aceptable, ya camina como un viejo); en ocasiones, emplea la primera del plural con la intención de involucrar al lector (nos quieren, nos odian, tenemos, nuestro amigo íntimo). Otra muestra palpable del carácter sujetivo del discurso lo constituye la connotación, fenómeno por el que las palabras se revisten de nuevas significaciones afectivas (crueldad del tiempo, tripa, crímenes, calzoncillos).

La libertad expresiva se manifiesta, por un lado, en la confluencia de la lengua culta y coloquial. A la primera corresponden vocablos como residuos, percibes, yergue, jovial, innumerables, cubículos; en cambio, son propios del registro coloquial los términos tripa o viejo, así como el empleo de la 2.a persona para referirse a uno mismo (te enfrentas, tú eres, le miras de reojo y ves que su silueta...). 

Es también característica del habla popular la imagen cómica de los que huyen de los probadores en calzoncillos al contemplar su imagen deteriorada en el espejo, o la de aquel que pasa delante de ellos con la tripa metida para camuflar el exceso de kilos. Pero, por otro lado, el columnista recurre de forma reiterada a procedimientos de la lengua literaria como el paralelismo y el asíndeton («unos nos quieren, otros nos odian, otros simplemente nos ignoran»), o el símil donde compara, degradándola y cosificándola, la figura humana como mercancía que acaba en una rebaja de grandes almacenes. Asimismo, la expresión metafórica «En este Olimpo cosmético» (muchas cremas y colonias tienen nombres de dioses) implícitamente encierra una ironía: es como, si al usar estos productos, se pudiera conseguir la eterna juventud o la inmortalidad propia de los dioses, cuando la triste realidad es que somos víctimas del paso inexorable del tiempo. No faltan tampoco las personificaciones («la crueldad del tiempo», «los espejos nos quieren», «lunas que no cesan de dar cuchilladas desde los cuatro ángulos»).

Conviene destacar que se trata de un texto representativo del periodismo de opinión, por la forma personalísima con que el autor aborda un tema universal como es la conciencia del inevitable paso del tiempo.


Valoración crítica de Cien años de Soledad


Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez

A. Aspectos externos a la obra

1. Localización. Cien años de soledad (1967) es la novela más famosa de su autor, el colombiano Gabriel García Márquez (premio Nobel 1982), quien recoge en ella personajes y ambientes ya utilizados en cuentos y novelas cortas anteriores, todos ellos en torno al universo imaginario de Macondo. Se considera el máximo exponente del realismo mágico, tendencia literaria que surgió en Hispanoamérica entre 1940 y 1950, consistente en combinar el realismo con elementos fantásticos o imaginarios propios de la realidad americana.

B. Aspectos propios de la obra

1. Argumento y estructura. El contenido de Cien años de soledad es complejo. Narra la historia de una saga familiar, los Buendía, fundadora de la aldea de Macondo, que acabará constituyéndose en un microcosmos de la historia del Caribe, de Iberoamérica e incluso, por extensión, de la Humanidad en general. Asistimos, pues, a la génesis y el apocalipsis de ese lugar (con claras referencias bíblicas), y a los avatares de sus habitantes, marcados por una serie de motivos argumentales: la soledad, el incesto, la guerra, las lluvias interminables, la llegada de la compañía bananera… Se mezclan, pues, elementos históricos y míticos o mágicos (alquimia, profecías, monstruos, la peste del insomnio) que podrían estructurarse en tres partes (la estructura externa se divide en veinte capítulos o secuencias sin numerar): la primera parte, con rasgos míticos, presenta la fundación y establecimiento de Macondo; la segunda, la larga etapa de las guerras civiles y el protagonismo del coronel Aureliano Buendía; y la tercera, la decadencia de Macondo a partir del establecimiento de la compañía bananera. En todo caso, el relato no sigue un orden lineal.

2. Personajes. Constituyen una galería rica y compleja. Destacan, como iniciadores de la saga, José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán, matrimonio y parientes lejanos. El coronel Aureliano Buendía, segundo de sus hijos, protagoniza las guerras civiles. También es importante el gitano Melquíades, mago y depositario finalmente de la historia de Macondo. El autor gusta de reiterar los mismos nombres, con ligeras variantes, en numerosos personajes, lo que realza la impresión de endogamia y refleja una costumbre del Caribe. Es significativo que los Aurelianos tengan hijos y prolonguen la estirpe, mientras que los José Arcadios, no: Mientras los Aurelianos eran retraídos, pero de mentalidad lúcida, los José Arcadio eran impulsivos y emprendedores, pero estaban marcados por un sino trágico, se dice textualmente. Con frecuencia los personajes, especialmente los femeninos, muestran cualidades o características en grado extremo: la fortaleza de Úrsula, el sacrificio de Santa Sofía de la Piedad o la fuerza del segundo José Arcadio Buendía.

3. Espacio y tiempo. La cifra de cien años no es exacta: la referencia principal es el tiempo de vida de la matriarca, Úrsula Iguarán. En todo caso, como decíamos, el tiempo interno va desde los orígenes hasta el último Aureliano. El tiempo histórico o externo es más difícil de precisar: por ejemplo, las alusiones al «sabio catalán» exiliado en Macondo tras la guerra civil española parece fijar el final de la historia, como mínimo, hacia mediados del siglo xx, lo que situaría el comienzo de la acción hacia mediados del xix. En todo caso, lo importante es que algunos hechos narrados en la novela son representativos de acontecimientos históricos y sociales que han afectado a Latinoamérica, como las guerras civiles y la colonización económica norteamericana, vista negativamente a través del coronel Aureliano Buendía.
En cuanto al espacio, no se nombra ningún país concreto. Macondo, aldea imaginaria pero inspirada en el pueblo natal de García Márquez, es el epicentro absoluto de la acción. En un principio es un lugar virginal, incontaminado por la civilización. En ese ámbito rural, no cabe hablar de clases sociales hasta que llega la compañía bananera y el pueblo entra en una dinámica más moderna: sindicatos, huelgas, represiones…

4. Punto de vista narrativo. En principio la novela parece narrada por un narrador externo omnisciente que, al conocer todo lo que afecta a sus personajes, se mueve como quiere a través de su material narrativo. Al final, sin embargo, sabremos que es Melquíades quien ha recogido el relato en sus pergaminos, por lo que tenemos que hablar de un narrador interno-personaje (no protagonista), lo que refuerza la ilusión de verosimilitud y contribuye a la confusión entre realidad y fantasía que caracteriza a toda la novela.

5. Lenguaje. Aunque, lógicamente, predomina la narración (como «cuento de cuentos» se ha definido esta novela), no faltan los pasajes descriptivos. El diálogo es escaso, tal vez para salvaguardar la primacía del narrador sobre su material narrativo. El lenguaje presenta abundante adjetivación y una marcada presencia de la función poética. Es particularmente frecuente el uso de recursos de intensificación como la hipérbole, por la tendencia general a la desmesura propia del realismo mágico, que da lugar también a una cierta presencia de un humor cómplice con el lector a la manera cervantina. La sintaxis tiende a la complejidad y el léxico es rico y variado.

6. Conclusión valorativa. Cien años de soledad es una obra muy compleja y ambiciosa. Por su contenido, la historia de los Buendía y de Macondo le sirve al autor para ofrecer una visión general, en clave poética o literaria, del mundo hispanoamericano y del mundo en general, gracias a sus elementos míticos o simbólicos. Con la hipérbole como recurso muy frecuente y con un tono humorístico — que no rehúye lo trágico cuando es necesario— el autor ha conseguido un lenguaje muy innovador, pero al mismo tiempo sorprendentemente clásico y accesible al lector medio. Su equilibrio entre realidad y fantasía, su facilidad para engarzar historias y personajes fascinantes, la han convertido en un clásico moderno y en una de las más grandes novelas del siglo xx.




miércoles, 15 de abril de 2015

Modernismo y Generación del 98

Aquí podéis encontrar dos propuestas del tema Modernismo y Generación del 98.

Versión 1.

Versión 2.



lunes, 23 de marzo de 2015

Valoración crítica de Veinte poemas de amor y una canción desesperada de Pablo Neruda



Veinte poemas de amor y una canción deseperada, de Pablo Neruda



A. Aspectos externos a la obra

 1. Localización. Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924) es el segundo libro publicado por Pablo Neruda, poeta chileno nacido en 1904. Se trata, pues, de una obra juvenil de este gran autor que recibió el Premio Nobel en 1971 y que tocó muy diversos registros y estilos a lo largo de su trayectoria: posmodernismo, surrealismo, poesía comprometida, etc., pero siempre con su sello personal. Este libro, en concreto, se sitúa, tanto en el lenguaje como en los contenidos, en un momento de transición entre el posmodernismo juvenil y el irracionalismo vanguardista. En la edición definitiva de 1932 se realizan algunos cambios en el poema 2 y se sustituye el 9 por uno nuevo; más tarde se incluirá en el 16 la aclaración de que se trata de una paráfrasis de Tagore.

B. Aspectos propios de la obra

1. Estructura. La estructura externa consta, como el título anticipa, de veinte poemas sin título, numerados, y la "canción desesperada" final. La carencia de títulos permite una mayor libertad interpretativa por parte del lector. Internamente, sin caer en una lectura narrativa, sí se puede apreciar una cierta ordenación que iría, a grandes rasgos, desde un estado de plenitud erótica hasta la progresiva pérdida del amor. Además, la unidad de la obra se sostiene sobre un conjunto de imágenes que se reiteran y que la configuran, para unos, como una celebración del amor carnal y del goce sexual y, para otros, como una historia sentimental que acaba en el desengaño y en el fracaso.

2. Fuentes. El libro comunica una impresión de espontaneidad, de vivencia real, pero, aunque evidentemente es fruto de experiencias amorosas del autor, eso no autoriza a realizar una lectura puramente narrativa que busque en todo una base real. El  mundo que subyace en los poemas se divide, al igual que la vida y la experiencia del joven Neruda, entre su provincia natal (con sus minas, bosques y ríos caudalosos) y su nueva vida, recién descubierta, de estudiante bohemio en la capital. En consecuencia, el poeta ha mezclado en sus versos las características físicas de varias mujeres reales en su juventud para crear una imagen de la amada irreal que no se corresponde con ninguna de ellas en concreto. El propio Neruda explicó que se basó en dos modelos genéricos a los que denomina Marisol (idilio de la provincia) y Marisombra (estudiante de la capital).

3. Temas. El tema principal del libro es el amor, que aparece con variedad de matices: el amor físico, cargado de erotismo y casi siempre situado en el pasado, con una amenaza de fracaso; el amor telúrico, fuerza de la naturaleza, y el amor metafísico, salvación o asidero existencial para el amante. Los dos polos del amor son amante y amada: aquel se presenta como un ser solitario antes de la aparición del amor, y movido por un deseo nunca satisfecho; dirige casi todos los poemas a una amada evanescente, en trance de desaparecer, proclive al silencio y enmarcada en un ambiente crepuscular, con frecuencia asociada a las fuerzas de la naturaleza (pájaros, flores, mar) y a las fuerzas generativas de la tierra. La voz y los ojos, muchas veces inquietantes o casi amenazadores, son los atributos más exaltados en la amada. Los sentimientos dominantes son la tristeza y la melancolía, presentes incluso en los poemas aparentemente más gozosos. Son varios los motivos reiterados para configurar este clima: el crepúsculo, el mar cargado de tintes sombríos y asociado al naufragio o el viento, símbolo de amenaza o de dolor. En cuanto a la voz, sugiere a veces dificultades de comunicación, pero en forma de canto se convierte en celebración del triunfo de la poesía frente al olvido del amor: se plantea así una reflexión sobre el poder de la poesía.

4. Lenguaje. Respecto al lenguaje, se aprecian residuos posmodernistas en cierto léxico («crepúsculo», «pálido», «sombrío», «trémula») junto con imágenes irracionales o visionarias que anuncian ya al Neruda surrealista. Los rasgos estilísticos más destacables son la sencillez sintáctica, la abundante adjetivación, las numerosas exclamaciones e interrogaciones (emotividad), los abundantes recursos constructivos (enumeraciones, anáforas, epíforas, concatenaciones…), así como la riqueza y complejidad de las imágenes (metáforas, comparaciones…; por poner un ejemplo: "mi boca era una araña que cruzaba escondiéndose").

5. Métrica. La métrica también se sitúa a medio camino entre el posmodernismo y la vanguardia, de manera que encontramos algunos poemas de métrica regular (con preferencia por los cuartetos de alejandrinos asonantados) frente a otros en verso libre (con ritmo sintáctico-semántico).

6. Conclusión valorativa. En definitiva, con este difícil equilibrio de espontaneidad y habilidad técnica y esa capacidad para expresar sentimientos universales, Veinte poemas de amor y una canción desesperada se constituye en uno de los libros de poesía más entrañables del siglo xx. Aunque quizá escribiera obras mejores, esta es la más popular, y todavía hoy en día son numerosos sus lectores, especialmente jóvenes, con cuya sensibilidad amorosa sigue conectando. La celebración del amor y del sexo adolescente, junto a la profunda melancolía y desesperación, la intensidad de los sentimientos expresados y la belleza emotiva de sus versos siguen logrando una de las cotas más altas de la comunicación literaria.

domingo, 15 de febrero de 2015

La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza


A. Aspectos externos a la obra

1. Localización. Esta novela de 1975 es la primera publicada por el autor barcelonés Eduardo Mendoza, y supuso una revelación en aquel momento, al conjugar las técnicas experimentales con un renovado interés por la intriga argumental. Más adelante triunfaría con otros títulos como La ciudad de los prodigios (1986).

B. Aspectos propios de la obra

1. Argumento y estructura. Los hechos narrados, basados en los recuerdos del personaje Javier Miranda, suceden en la Barcelona del periodo 1917-1919, agitada por conflictos sindicales y revolucionarios. El personaje, a medio camino entre su simpatía por la causa obrera y su trabajo al servicio del enigmático y poderoso industrial Lepprince, se ve envuelto también en una historia amorosa con María Coral, cabaretera de origen gitano. Todo ello se une al hilo conductor de la novela: la investigación acerca del asesinato del industrial catalán Savolta, que se complica también con otros asesinatos.
La estructura externa se presenta dividida en dos partes, de cinco capítulos la primera y de diez la segunda; a su vez, los capítulos se dividen en secuencias muy heterogéneas en cuanto a punto de vista, lenguaje…, y que no siguen un orden cronológico. Esta complejidad, propia de una técnica caleidoscópica, va decreciendo de manera que, aunque exige un esfuerzo del lector, todo acaba encajando y aclarándose. Los cinco últimos capítulos de la segunda parte siguen un orden lineal y unos patrones narrativos tradicionales.

2. Temas e intención. El trasfondo histórico apunta al tema de la lucha sindical y, por extensión, el retrato de la sociedad barcelonesa de aquel periodo; ahora bien, aunque se denuncien los abusos de los patronos, también entre los trabajadores hay gentes ridículas y desaprensivas que merecen la sátira del autor. Subyacen asimismo temas más permanentes, como la ambición, el poder del dinero, el amor… No olvidemos tampoco la sensación de fracaso del protagonista, Javier Miranda, que se puede hacer extensiva al resto de los personajes, y que da a la obra un cierto alcance existencial.

3. Fuentes. El autor integra en la obra elementos heterogéneos procedentes de diversos subgéneros, en especial el policiaco (todo se articula en torno al pleito judicial posterior a los hechos, que se aclara al final) y el de folletín (misteriosas apariciones, interés por los bajos fondos, altibajos sentimentales…), tratados con cierta ironía. Introduce también informes y declaraciones judiciales, cartas, textos periodísticos…

4. Personajes. Los personajes son muy numerosos y constituyen un cuadro muy vivo de la Barcelona de la época, en todos sus estamentos sociales, con preferencia por los extremos: alta burguesía y gentes del submundo marginal, que el autor retrata casi siempre con ironía no exenta de humanidad. Pero el protagonista, y narrador de buena parte de la historia, es Javier Miranda, marcado por la lucha entre sus nobles impulsos y la debilidad de su carácter, que le lleva a la indignidad y a la conciencia de fracaso. Lepprince es el individualista ambicioso y sin escrúpulos: enigmático, frío y obsesionado por el poder, acaba siendo víctima de su propia trama. Y María Coral, surgida de la miseria, aprovecha su gran poder sobre los hombres pero es a la vez frágil y vulnerable, tan pronto dulce como perversa, con algo de heroína de folletín. Otras grandes creaciones, que solo podemos mencionar, son el periodista Pajarito de Soto, el abogado Cortabanyes, la delicada María Rosa Savolta, el astuto comisario Vázquez… Hay algunos retratos magníficos de algunos de ellos, pero no de los principales, cuyos rasgos físicos no se nos dan. Y todos tienen en común el hecho de que no cumplen sus objetivos.

5. Cuestiones de género: punto de vista narrativo, espacio, tiempo… Como decíamos, la novela presenta cierta complejidad técnica: en cuanto al punto de vista, junto a la primera persona del narrador interno protagonista Javier Miranda, aparece la tercera persona omnisciente, además de documentos que aportan otros puntos de vista, lo que propicia el uso del perspectivismo (diversos enfoque en un mismo hecho). En cuanto al espacio, las descripciones, siempre de ambientes eminentemente urbanos, tienen gran funcionalidad para reforzar estados de ánimo y situaciones; así sucede con el cabaret, el salón de baile, el Barrio Chino, el balneario y tantos otros. Sobre el tiempo, ya hemos visto que el orden de la historia y el de relato no coinciden; hay dos planos: el del recuerdo de Javier en torno al pleito, y el de los hechos que años atrás (en 1917-19) provocaron ese pleito; a su vez, esos hechos también se presentan desordenados, con retrospecciones o saltos atrás, sobre todo en la primera parte. En todo caso, el tiempo externo o histórico se refleja con precisión y desempeña un papel importante en la novela.

6. Lenguaje. La heterogeneidad de elementos que componen la novela da lugar a un lenguaje muy variado. El autor puede parodiar el tono de un folletín, de un informe policial, de un artículo de prensa o de un encendido discurso revolucionario; en ocasiones, al recrear ambientes y situaciones de la alta burguesía, adopta un estilo decadentista de sabor decimonónico. Aunque hay momentos de lirismo, predomina siempre un ligero humor distanciador. Muestra así un gran dominio del lenguaje, patente también en los vivos y sabrosos diálogos, a veces refinados y retóricos, a veces naturales e incluso soeces, casi siempre con un trasfondo de ironía.

7. Conclusión valorativa. Estamos ante una obra sorprendente por su variedad, que no le resta armonía: el interés del argumento y de su fondo social e histórico queda realzado por su complejidad técnica, que no resulta un obstáculo, sino más bien un estímulo, para su comprensión. 

lunes, 26 de enero de 2015

Literatura romántica

Guía de lecturas del romanticismo:

Poesía:
  1. Poesía narrativa: Espronceda: El estudiante de Salamanca, El diablo mundo.
  2. Poesía lírica: Espronceda: A la muerte de Torrijos. La canción del pirata. A Jarifa en una orgía.
    Bécquer: Rimas. Rosalía de Castro: Adios rios adios fontes.

Prosa:
  1. Bécquer: Leyendas: El rayo de luna. Actividad: comparación de los temas de esta leyenda con el contenido de las Rimas.
  2. Cuadro de costumbres: Larra: El café y Carta a Andrés. (Actividades a continuación)
Teatro:
  1. Duque de Rivas: Don Álvaro o la fuerza del sino (página 228 del libro)
  2. José Zorrilla: Don Juan Tenorio (Actividades a continuación)

Actividades de los textos de Larra:

Actividades sobre el texto 1

a. Este fragmento pertenece a los primeros párrafos del artículo (párrafos 2º y 3º) en los que se presenta la situación que sirve de pretexto al autor para construir su artículo. Describe tal situación. ¿Qué predisposición muestra ante lo que va a describir? Señala las palabras concretas en que esto se hace explícito.
b. Lo que sí podía sorprender quizás era el tono un tanto insolente de aquel observador de la sociedad. Señala algunas de las afirmaciones en las que se pueda rastrear ese tono.
c. En este fragmento Larra, para crear su prosa satírica, acumula observaciones burlonas sobre una serie de tipos genéricos, enmarcados en una situación representativa de la vida social. ¿Qué tipos son?
d. A cada personaje lo va a caracterizar por un rasgo peculiar de su apariencia, rasgo que al quedar aislado experimenta una amplificación caricaturesca. Señala cuáles son estos rasgos. ¿Qué finalidad persigue con ello el autor?
e. Para trazar todo ello el autor se vale de diversos procedimientos. Recoge ejemplos y valora el resultado con ellos alcanzado.

• hipérboles
• metáforas ridiculizadoras
• símiles
• adjetivación valorativa
• superlativos
• léxico coloquial

Actividades sobre el texto 2

a. ¿Qué se critica en este fragmento? ¿Te parece una postura optimista o pesimista?
b. Hay una expresión que recoge de forma muy expresiva el conflicto tratado por Larra. Señálala. ¿Qué figura literaria es?
c. Con frecuencia, para dar eficacia a sus críticas, crea un cierto perspectivismo inventando personajes. ¿Qué personaje inventa aquí? ¿Para qué le sirve?
d. En este artículo Larra se vale de una corrosiva ironía, uno de los procedimientos más utilizados por él en su particular estilo. Señala ejemplos y explícala. ¿Quiénes son los «batuecos»?
e. Busca ejemplos de otros procedimientos estilísticos usados por el autor para dar eficacia a su crítica.

• adjetivación valorativa
• exclamaciones retóricas
• aleluyas humorísticas
• tono elevado y altisonante
• para ridiculizar una
• afirmación
• sufijación valorativa
• expresiones coloquiales

ROMANTICISMO. TEATRO. Don juan Tenorio
a. Busca información sobre el argumento de Don Juan Tenorio.
b. Don Juan Tenorio es el drama romántico más popular pese a lo controvertida que ha sido su valoración literaria. El texto que acabas de leer es la antepenúltima escena de la obra. Observa los siguientes aspectos.
1) ¿En qué situación se encuentra el protagonista en esta escena?
2) ¿Qué rasgos de su personalidad percibimos? Cita aquellas expresiones que los reflejen. ¿Qué cambio se apunta en él? Indaga sobre los antecedentes literarios de tal personaje.
3) ¿Qué personaje femenino aparece nombrado? Busca información sobre su papel en el desenlace de la obra.
4) En este drama el protagonista termina salvándose por amor. Esta resolución novedosa con respecto a la tradición refleja claramente la ideología del autor, quien sin duda se siente atraído por la figura legendaria del «rebelde», pero a la vez convierte esa rebeldía en algo reprobable y de la que el mismo don Juan reniega en el último momento. ¿Puedes rastrear «pistas» de esto en nuestro texto?
5) La presencia de espectros, el ambiente sepulcral y fúnebre..., ¿con qué podemos relacionarlo estéticamente?
6) La presencia de la estatua se relaciona con el motivo del «convidado de piedra». Busca información sobre tal motivo.
7) Se hace referencia en el texto a un festín ¿Qué se ofrece en él? ¿Qué simboliza cada uno de esos ingredientes?
8) La idea del tiempo, del plazo que se cumple, del reloj que marca esto, es esencial en el drama y aporta tensión al mismo. Señala su presencia en el texto.
9) Entre los defectos que se le han achacado a este drama está cierto efectismo en algunas escenas donde el autor abusa de lo sobrenatural, lo fúnebre... ¿Crees que es así en la que has leído?
10) Una de las cualidades de Zorrilla es su ágil manejo del verso. Analiza la métrica del fragmento y su sonoridad.
11) Como sabes, el teatro romántico no tiene por finalidad educar al público como el teatro del XVIII, sino conmoverlo, tocar su sensibilidad y emocionarlo. ¿Observas en esta escena ingredientes que propicien tal objetivo?